CUAUHTÉMOC
ANTONIO FCO. RODRÍGUEZ
ALVARADO
Cuauhtémoc. (1502- 1525). n. en Tenochtitlan y m. en
Izancanac. De cuauh(tli), águila + temo, descender, caer:“Águila que desciende
o que cae.” Fue el decimoprimero y último de los tlahtoani mexicas, de 1520 a 1521. Hijo de
Ahuízotl y descendiente de Netzahualcóyotl
por parte materna (su madre era Tiyacapantzin o Tilalcápatl). Otras versiones
señalan que su madre era una princesa chontal y que nació en 1496. Señor de
Tlatelolco, tomó posesión del trono a la muerte de su primo Cuitláhuac, en
diciembre de 1520. Debido a las circunstancias en que se encontraba el pueblo a
consecuencia de la invasión española, no se celebraron fiestas y se sacrificó a
unos cuantos prisioneros de la batalla de la Noche Triste.
Desplegó entonces una gran actividad diplomática tratando de ganar aliados
entre sus antiguos vasallos, a los que prometió no cobrar más tributo en tanto
que les advertía del peligro que significaba para ellos la caída de
Tenochtitlan, ciudad que fortificó en espera del ataque de Cortés, quien
contaba con más de 80,000 aliados, principalmente los
tlaxcaltecas, mientras que el joven emperador trataba de prepararse a la
batalla con los pocos recursos que le quedaban, debido a que la epidemia de
viruela mató un gran porcentaje de la población y gran parte de sus soldados
quedaron ciegos a causa de la misma. El ejército de Cortés era mayor que el de
Cuauhtémoc y finalmente después de 93 días de sitio aquel tomó la ciudad el
martes 13 de agosto de 1521. Cuauhtémoc se embarcó en una canoa junto con su
familia: Tecuixpo su mujer, el tlahtoani de Tlacopan Tetlepanquetzal, el
Cihuacóatl Tlacotzin, el tlahtoani de Texcoco Coanacotzin, y otros caudillos
para ponerse a salvo pero fue alcanzado por un bergantín al mando de García
Holguín y hecho prisionero de los españoles. Llevado ante Cortés pronunció las
palabras que describen claramente su carácter, y que han pasado a la historia
como muestra de su valentía y nobleza: “Ya que hice cuanto era necesario en
defensa de mí ciudad y de mí pueblo y no puedo más. Y puesto que vengo preso y por la fuerza ante tu persona,
toma luego el puñal y mátame con él”. Cortés admiró la valentía del prisionero,
motivo por el cual fue benévolo con él, en un principio. Padeció el tormento de
serle quemado los pies con aceite hirviendo para que revelara en dónde se
encontraba escondido el tesoro de su pueblo. Lo cual causó que quedara baldado
para siempre. Cuauhtémoc lo sufrió junto con Tetlepanquetzal, señor de
Tlacopan, y cuanto éste no pudo resistir más, se quejó desconsoladamente. El
joven emperador dijo: ¿estoy yo acaso en un deleite o baño? Que más tarde se
transformara como: ¿estoy yo acaso en un lecho de rosas? Cuauhtémoc fue casado
con Tecuichpo (Copo real de algodón), quien era hija de Moctezuma ll.
Después de la caída de Tenochtitlan, fue bautizado como Fernando de Alvarado Cuauhtémoc, y su esposa como doña Isabel Moctezuma. El caudillo quedó inválido teniendo que usar muletas y, al igual que otros dignatarios indígenas, fue dejado como señor de Tlatelolco (1521-1523), para auxiliar a los conquistadores en funciones judiciales y administrativas, especialmente en la recaudación de tributos. Cortés dirigió una expedición hacia las Hibueras (Honduras) llevando consigo al emperador azteca, así como al señor de Texcoco y al señor de Tlacopan.
Después de la caída de Tenochtitlan, fue bautizado como Fernando de Alvarado Cuauhtémoc, y su esposa como doña Isabel Moctezuma. El caudillo quedó inválido teniendo que usar muletas y, al igual que otros dignatarios indígenas, fue dejado como señor de Tlatelolco (1521-1523), para auxiliar a los conquistadores en funciones judiciales y administrativas, especialmente en la recaudación de tributos. Cortés dirigió una expedición hacia las Hibueras (Honduras) llevando consigo al emperador azteca, así como al señor de Texcoco y al señor de Tlacopan.
La expedición atravesó lo que hoy se
conoce como los estados de Veracruz y Tabasco; pasando vicisitudes, llegaron
finalmente a un lugar llamado Acallán (Alcalá) en los primeros días de febrero
de 1525. Cortés recibió rumores por parte de Mexicantzincatl de que Cuauhtémoc
y sus compañeros trataban de recuperar el poder y decidió darles muerte,
mandándolos a la horca, en la ciudad de Izancánac la noche del 28 de febrero de
1525, poniendo como excusa la conspiración. Algunos historiadores difieren de
la fecha y lugar donde fue muerto. Hace algunos años se dijo haber sido
descubiertos los restos de su cuerpo en Ichcateopan, Gro. Más que los huesos
cercanos al polvo vale la grandeza de su alma y de su ejemplo para la juventud
mexicana, o como bien lo comenta el verso de uno de nuestros poetas modernos:
“Único héroe a la altura del arte”.
Cuauhtémoc, Último mensaje de. El lunes 12 de agosto
de 1521, un día antes de ser capturado, Cuauhtémoc llamó a su Consejo de
Gobierno y emitió lo que se conoce como:
“El último mensaje de Cuauhtémoc”
Nuestro destino ya se ocultó,
Nuestro sol ya majestuosamente desapareció su rostro,
Y en un lugar completamente oscuro
Nos ha dejado.
Ciertamente sabemos otra vez volverá,
Que otra vez saldrá
Y nuevamente vendrá a alumbrarnos.
En tanto que allá entre los muertos permanezca
Muy rápido reunámonos
Congreguémonos
Y en el centro de nuestro corazón escondamos
Todo nuestro corazón lo que ama
Y sabemos nuestra riqueza
Nos es como gran esmeralda
Hagamos desaparecer nuestros templos,
Nuestras escuelas de altos estudios, nuestros juegos
de pelota,
Nuestras escuelas para jóvenes, nuestras casas de
canto,
Que sólo queden nuestros caminos
Y nuestros hogares que nos preserven.
Hasta cuando se digne salir nuestro nuevo sol,
Los venerados padres y las veneradas madres
Que nunca se olviden de
Decirles a sus jóvenes
Y enseñarles a sus hijos,
Mientras vivan,
Precisamente cuan buena ha sido
Hasta ahora nuestra amada ANÁHUAC,
Donde nos cuidan nuestros dioses,
Su voluntad y su deseo,
Y sólo por causa de nuestro temor de ellos y nuestra
humildad ante ellos
Que recibieron nuestros venerados antecesores
Y que nuestros venerados padres,
A un lado y otro en las venas de nuestro corazón,
Los hicieron conocer en nuestro corazón.
Ahora nosotros entregamos la tarea a nuestros hijos:
Que no olviden, que les informen a sus hijos
Intensamente cómo será su elevación,
Cómo nuevamente se levantará nuestro venerable sol;
Y precisamente cómo reservará su fuerza
Precisamente cómo cumplirá grandiosamente su promesa
Esta nuestra venerada y amada tierra madre ¡ANÁHUAC!
(Tlacatzin
STIVALET)
Tomado de mi libro: Los Tuxtlas nombres geográficos pipil, náhuatl, taíno y popoluca. Analogía con las cosmologías de las culturas mesoamericanas. Ediciones Culturales Exclusivas. 2007.
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