NOCTURNO
GRITO
Tengo
miedo de mi voz
y
busco mi sombra en vano.
¿Será
mía aquella sombra
sin
cuerpo que va pasando?
¿Y
mía la voz perdida
que
va la calle incendiando?
¿Qué
voz, qué sombra, qué sueño,
despierto
que no he soñado,
serán
la voz y la sombra
y
el sueño que me han robado?
Para
oír brotar la sangre
de
mi corazón cerrado,
¿pondré
la oreja en mi pecho
como
en el pulso la mano?
Mi
pecho estará vacío
y
yo descorazonado,
y
serán mis manos duros
pulsos
de mármol helado.
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