EL
CADEJO
Imagen de Internet
“Es el
mesmo Cachudo desfrazado con cuerpo de chivo peludo, con cachos de toro y con
cola de lión. Tiene unos ojos como dos brasas que echan chispas que miran en forma penetrante y
aguda como los de los gatos de monte,
echa espumarajos por el hocico y lo sigue a uno con el
pennsamiento… Cuando anda nu’hace ruido, o más bien, parece al que hace un
cuerpo pesado que si’arrastra, haciéndose cada vez más fuerte, sigún se va
acercando... Para espantarlo hay que tener en las manos una daga de cruz, pues
ni las balas ni los cuchillos le hacen “mella”. Nada más de pensar en él,
recorre nuestro cuerpo un intenso calofrío y los nervios se excitan. Cuando uno
lo ve se le pone el cuerpo pesado y como de plomo, sin poder ni siquiera
moverse…y si en un sobrehumano esfuerzo lo hiciéramos él se pone enfrente de
uno obstruyendo el camino…”
-¡Nuestra única salvación es portar una
daga de cruz, pues con ese fierro es con lo único que se puede ahuyentar al
Cadejo!
Tomado y reformado de Cuentos y Leyendas
de Guatemala de Francisco Barnoya Gálvez, Talleres de UNEDI, S. A. Sexta
reimpresión 1992, Guatemala.
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