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viernes, 7 de diciembre de 2012

EL MONTE PARNASO


EL MONTE PARNASO
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado


Monte de Grecia, actual Liakura, situado en la antigua región de la Fócida, en el nomos de Beocia. Considerado por los griegos como morada de las musas y de Apolo, el Monte Parnaso (o Parnassus) es la patria simbólica de los artistas. En la mitología griega, Parnaso fue hijo de Poseidón y de la  ninfa Cleodora, es el fundador del oráculo de Delfos, que luego fue ocupado por Apolo y las nueve musas (hijas de Zeus y de Mnemosina, la Memoria). Por expreso deseo de Zeus, cada una de ellas se transformó en protectora de una forma de arte o inteligencia, destinada a estimular el sentido creativo de los mortales. Y lo hicieron tan bien, que desde entonces, sus nombres son sinónimos de la inspiración, la aplicación, el esfuerzo y el éxito. Ellas son: Clío, musa de la Historia; Urania, enamorada de las constelaciones, fue protectora de la Astronomía y la interpretación de los signos zodiacales; Melpómene, de la Tragedia; Talía, del Teatro y la Comedia; Terpsícore, de la Danza y la expresión corporal; Calíope, de la Elocuencia y la Poesía épica; Erato, de la Elegía y la Poesía erótica; Polimnia, de los Cantos sagrados y la Retórica, y Euterpe de la Poesía lírica y la Música.

     Por estas razones se identifica al Parnaso como la patria simbólica de los poetas y, por extensión, se usa para titular recopilaciones de autores de las más prestigiosas obras artísticas y literarias.

     El Monte es famoso, además, por que fue en él donde se dio el origen del hombre: Los dioses en castigo al egoísmo y a faltas cometidas por los primeros hombres enviaron un diluvio del cual sólo Deucalión (hijo de Prometeo y la ninfa Climena) y Pirra (hija de Epimeteo y Pandora), reyes de Tesalia, se salvaron en una barca, navegando sobre las aguas nueve días y noches, cerca de la montaña Parnaso, hasta que el aguacero cesó y salieron de la barca, y pisando tierra firme de la cima del monte ofrecieron sacrificios a Júpiter, suplicándole que formara nuevamente el género humano. Pidiendo consejo a Temis (Justicia Divina), segunda esposa de Zeus,  que se había quedado en el oráculo de Delfos, recibieron la orden de caminar con la cara cubierta y  echar tras de ellos los huesos de su madre (piedras que son los huesos de Gea, la Madre Tierra). Las piedras de Deucalión se transformaron en hombres y las de Pirra en mujeres. El pueblo fue bautizado como Laos, que significa piedra.


     Colgado entre los riscos del Parnaso, está Delfos, donde se hallaba el importante oráculo de Apolo. Antiguamente, Pitón, una enorme serpiente había ocupado una cueva cerca del Monte Parnaso, en la Fócida, desde entonces asolaba la región, sembrando la muerte. Apolo fue a buscarla, la decapitó y construyó en el lugar, llamado Delfos, un célebre  santuario dedicado al oráculo, cuya sacerdotisa se llamó Pitonisa. Del monte Parnaso brotaban manantiales que formaban varias fuentes y la más famosa en la antigüedad era la sagrada fuente Castalia, que formaba al río Céfiso, rodeada de un pequeño bosque de laureles consagrados a Apolo. Cerca de esta fuente se reunían las musas y las ninfas, quienes bailaban, cantaban y declamaban  acompañadas de Apolo y su lira. Se decía que las cristalinas aguas de esta fuente eran mágicas y quienes la bebían alcanzaban la inspiración y la gloria.  Se considera a Delfos el centro del mundo, desde el siglo octavo antes de Cristo, afluían a él peregrinos de todas las clases sociales, de Grecia y de otras partes, y era el santuario más importante. Las respuestas a las preguntas que formulaban los visitantes, deseosos de conocer la verdad y la voluntad de los dioses para reconciliarse con los mismos, las pronunciaba una sacerdotisa en trance, llamada Pitia o Pitonisa, en tanto, un sacerdote políglota oficiaba como exégeta o intérprete natural de aquellas extrañas palabras. Se cuenta que hasta las gradas de aquel templo, se acercaban monarcas y generales, antes de emprender sus campañas de conquista.  El trance se creía causado por un vapor profético que salía de una grieta profunda excavada en la roca. Sobre ésta se hallaba situado el trípode en que se sentaba la Pitia o Pitonisa.

     Es de consideración, el lugar conocido como Rocas Fedríacas, que es un abrupto acantilado, rodeado de peñascos escarpados, situado en las estribaciones del monte Parnaso, a poca distancia del célebre Oráculo de Delfos. Desde ese lugar se precipitaban al vacío a quienes decían blasfemias o cometían profanaciones. El tribunal destinado a pronunciar el veredicto se reunía en el templo del Oráculo.


     Con 2,457 m de altura, el Monte Parnaso es una de las montañas más altas de Grecia y a sus pies se alzaban la ciudad y el templo de Delfos. El monte se yergue al este del sitio arqueológico y una parte del conjunto montañoso forma el Parque Nacional, fundado en 1938. De gran valor natural por sus bosques, valles y roquedos, así como las especies florales y faunísticas que allí viven, el monte regala una de las visitas panorámicas más bellas del país.

     Con una extensión de 3,513 ha (alrededor del 20% de toda la región, es visitado periódicamente. La época favorita para recorrerlo es durante los meses de mayo y junio, aunque en invierno se puede esquiar por las laderas septentrionales.

     El nombre Parnaso, parece provenir del hitita “parna”, casa y del sufijo pre-griego o pelásgico “-ssos” frecuente en topónimos.

     Con su enorme poder simbólico, el Parnaso es un tema común en las artes. Podemos mencionar el “Viaje del Parnaso”, obra de Miguel de Cervantes publicada el año 1614 que narra el viaje del propio autor al Monte Parnaso junto a los mejores `poetas españoles para librar una batalla alegórica contra los malos poetas. En pintura, Rafael y Mategna fueron algunos de los que se encargaron de darle forma y color al mítico monte.


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