¡INQUIETUDES!
YOLANDA
BRUNO
De
un lado a otro
impaciente
camino
por
el oscuro pasadizo,
no
quiero que nadie me mire
que
nadie se de cuenta
de
la aflicción que corroe
mi
alma solitaria.
¡Qué cosas diera yo!
porque
unos ojos de ángel
me
miraran con ternura infinita,
porque
unos brazos abiertos
me
esperaran, me abrazaran,
porque
unos labios calientes
me
besaran repetidamente.
Cuando
la tarde languidece
mi
cuerpo se estremece
con
secretas ansiedades
preguntándose
constantemente
¿dónde
estará ese alguien
que
sepa comprender
mis
ardientes inquietudes
y
me invite el fruto de su querer?
Me
cansa tener que sostener
los
besos para que vuelen
a
los labios que añoro,
me
debilita sustentar
los
brazos casi agotados,
y
no puedo retener
los
suspiros que se agolpan
en
mi sofocado pecho.
Por
eso de un lado a otro
impaciente
camino
por
oscuro pasadizo
sin
que nadie me mire,
sin
que nada pueda delatar
la
aflicción que me corroe.
Yolanda
Bruno
11
de Julio del 2015
Desde
Lima Perú
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