GUILLERMO DE LUZURIAGA
“SOLÓN DE MEL”
(1895-1959)
Poemas de la Noche
Los Pescadores de Estrellas
Luna que en cuarto creciente,
tan delgada y esplendente
y en un cielo sosegado
que es otro lago encantado,
mientes ser una piragua
que se ha escapado del agua…
Piragua de soñadores
sonámbulos pescadores,
piragua que es un hechizo
por alígera y
gentil,
piragua de oro y marfil
que se fugó de Janicho.
Piragua de formas bellas
que en azul
nimbo destellas,
con tu red de oro tendida…
navegando entre fulgores
si en ti bogara mi vida
sobre las nubes aquellas,
piragua de pescadores,
de pescadores de estrellas.
(Pátzcuaro abril 1926)
Tomado del libro La Sinfonía del Sol
Tomado del libro La Sinfonía del Sol
Poeta, novelista. Nació y murió en la ciudad de México. Estudió tres
años en la Escuela
Nacional de Medicina. Profesor de la UNAM y de la Secretaría de Educación
Pública. Colaboró en periódicos y revistas literarias. Usó el pseudónimo de
“Solón de Mel”. Editó las revistas: El trovador, Alma Bohemia y Alma Latina
(1913-15). Fue redactor de: El Paladín, El Pueblo, El Universal (1916-21), El
Universal Ilustrado, Revista de Revistas y Zig-Zag; jefe de información de las
revistas de la Escuela Nacional
de Aviación y de la
Secretaría de Salud; y jefe de redacción de El Libro y el
Pueblo, órgano bibliográfico de la Secretaría de Educación. Autor de narrativa.
Entre sus libros de relatos cuenta: Hombres de la Independencia
(1925), La novela de muchas (1931), El Herido (1931), los cuentos El fracaso
de Cristo (1938) y El Derrumbe (1946); y poesía: Algo. Primicias líricas
(1918), Manzanas del Paraíso (1918),
Libro Prohibido (1920), La
Sinfonía del Sol (1928), Tetralogía Elemental (1933),
Sinfonía de los cuatro elementos (1943), Luceros en el Pozo (1945) y Por los
caminos de Orfeo (1946).
OFERTORIO
OFERTORIO
Tus senos son
mi obsesión...
Tanto así, que se
me antoja
rezarles una oración
fanáticamente roja.
Tanto así, que
sobre ellos
perder quiero de mis
labios,
los persistentes
resabios
de un escepticismo
acre
al proclamarlos más
bellos
que los de Venus y
Leda,
estampando entre la
seda
de sus níveas morbideces
ósculos que hagan las
veces
como sellos de lacre
Sí se encontraran
tus senos
de venenos
llenos
con
decisión
juraría
que sobre ellos moriría
...
más
jamás
renunciaría
su dichosa
posesión
Tus senos son
mi obsesión,
mi pasión
mi devoción...
... Acoge pues mi oración.
hermosamente erótico, eróticamente hermoso
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