martes, 23 de febrero de 2016

CATEMAQUEÑA Antonio Fco. Rguez. A.

CATEMAQUEÑA
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado
(Fragmento)


Mujer en el baño Diego Rivera

Tempranito, muy tempranito, “te recuerdas”,  te levantas,  te acicalas bonito y bajas al mercado por tus verduras, tus  topotitos, y de ahí te vas al molino por tu masa y tus tortillas, pasas a la tienda por un poco de café, sal y azúcar. Llegas a tu casa en donde un minino está esperando por  sus topotitos, que felizmente engulle, media hora después se llena la mesa de la casa, el delicioso aroma “recordó” a los que se habían quedados dormidos. Tu rostro es iluminado por una sonrisa de alegría, de satisfacción de ver  a toda tu familia junta, chuleándote lo bien que guisas, tu inigualable sazón. Se van contentos, con la barriga llena, él a su trabajo, ellos a la escuela y tú aprovechas para regar las plantas del patio, darle su maíz a las gallinas, consentir al jilguero o al canario que tienes guindado a medio cielo de tu casa, checar que tengas limpia y preparada tu cocina para el próximo encuentro con tus seres queridos. Llenas un par de baldes de agua perfumada de pachulí, a un lado tienes tu champú de axmole, y a jicarazos te bañas como una acihua (ondina), secas tus cabellos al viento, sentada junto a la ventana, en lo que ves pasar a la gente, mucha de la cual te saluda con los buenos días, o te preguntan si hubo buenas compras esa mañana. Te untas aceite de pistle en tu linda y larga cabellera, la cual como sensual cascada la extiendes al aire y la peinas dejándola, olorosa, sedosa y con negra brillantez.


4 comentarios:

  1. PARIENTE...LA VENA DE LA MUSA LITERARIA LA TIENES....EL PAISAJE PINTADO CON TUS PALABRAS ATRAPA...TE FELICITO....

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  2. Gracias primo, cuando amas algo la inspiración te llega para expresarlo. Un afectuoso y gran abrazo.Cuídate mucho.

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