QUERIDO ESPEJO
Giorgio Mascarutty Saligny
En una cristalería Mes
13 Año 2055
- Tal es la terquedad en estar hablando contigo que ahora la gente que me mira, primero con curiosidad, luego con extrañeza y a lo último creo que pensando hirientemente que estoy loco porque hablo y gesticulo frente a ti y por lo tanto, consigo comunicarme con un ser inanimado. ¡LOCO! me dice abiertamente al pasar junto a mí y si van, las personas en parejas, entablan un diálogo entre ellos:
- Tal es la terquedad en estar hablando contigo que ahora la gente que me mira, primero con curiosidad, luego con extrañeza y a lo último creo que pensando hirientemente que estoy loco porque hablo y gesticulo frente a ti y por lo tanto, consigo comunicarme con un ser inanimado. ¡LOCO! me dice abiertamente al pasar junto a mí y si van, las personas en parejas, entablan un diálogo entre ellos:
- ¡Amigo! ¡Sólo eso le faltaba!, ¡Hablar con un espejo!
Y el otro contesta:
- Antes, cuando había luna
llena, se ponía a aullar como lobo, espantando con sus aullidos a los niños del
barrio. Dejó de hacerlo cuando los padres
le reclamaron directamente y le dijeron que estaba estropeando de fea manera,
la salud mental de sus hijos.
- Bueno, espejito, recuerdo haberles contestado:
- Nací
normal. Crecí igual de que todos. Sólo que
he tenido más imaginación y mayores fantasías que ustedes. Soy diferente porque la brisa
refrescante no enfría el calor que me
quema el alma, la luz de la luna me traslada de la obscuridad mundana a un
mundo donde brilla el pensamiento y la ilusión. Hablo con las estrellas,
lejanas, centellantes y siento, más que oír, que me contestan todas mis incógnitas
siderales. Soy igual pero diferente a Uds.
No vivo con las paredes obscuras que los
convencionalismos mundanos les obligan a
hacerlo. Soy libre y la luz es mi amiga.
No experimento soledad. Siempre soy acompañado por los recuerdos del futuro y
mis laberintos, donde siempre habrá un final como etapa terminal y estoy seguro que será de felicidad.
- Si mi cuerpo pide comida pues lo que hago
es comer
hasta quedar satisfecho. Trabajo
en lo que me place, con la imaginación y con mis fantasías. Duermo tranquilo,
sin pesadillas, con la beatitud y la sonrisa de un niño. No deseo maldad para
nadie. Vivo plenamente y dejo que los demás hagan también lo mismo, aunque con
sorna me griten Loco o eviten mi
presencia.
- Mi cuerpo es sano porque lo he determinado así,
con el ejercicio. Todas mis toxinas y mis malos espíritus huyen y me dejan en paz. Camino por veredas desconocidas por otros pies
que no los han hollado aún o bien, hago
veredas donde sólo observo hojas resecas que jamás sintieron el calor del sol, que
yacen pudriéndose en la inmensidad de su ciclo vital. Soy el
dueño absoluto de mi vida y teológicamente sé que he sido creado por un invisible
Dios que no se equivoca, ni siquiera con la maldad que está dentro del alma
humana.
-
Espejo, hoy te hablo y te miro
contento porque sé que reflejas mi alegría de estar consciente y que no me
contestarás con voces, pero entenderás
lo que te estoy diciendo. Por eso, Yo mismo me digo loco.
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